Hemos pedido, para comenzar el año, a nuestras AIs favoritas (ChatGTP, Claude, Geminis y Perplexity) que nos den su visión de como será el mundo en el 2045, a las cuatro les hemos dado las mismas instrucciones y aquí esta el resultado. Además, le hemos pedido que nos haga una imagen de como sería ese mundo.

Primero, la más famosa, ChatGTP:

En el año 2045, la humanidad habrá cruzado umbrales que hoy nos parecen el borde de la ciencia ficción. Las tecnologías emergentes habrán reconfigurado nuestra existencia, no solo en términos de lo que hacemos, sino en cómo pensamos, sentimos y experimentamos la vida misma. Imaginemos juntos un día en el 2045, explorando los aspectos más cruciales de nuestra existencia: desde cómo aprendemos hasta cómo amamos, envejecemos, comemos y enfrentamos la muerte.

 

Enseñar: La educación como experiencia inmersiva

En 2045, la educación será un portal hacia mundos virtuales donde los estudiantes no solo leerán sobre historia o ciencias, sino que las vivirán. Las aulas físicas serán una rareza; en su lugar, las plataformas de realidad extendida (XR) ofrecerán experiencias inmersivas. ¿Quieres estudiar la Revolución Francesa? Podrás caminar por las calles de París en 1789, interactuar con los ciudadanos y sentir el peso de la época.

La inteligencia artificial será el mentor universal, adaptándose a las necesidades de cada estudiante. Los sistemas educativos estarán diseñados para fomentar la creatividad y resolver problemas globales, en lugar de simplemente transmitir información. En este mundo, aprender no será una obligación, sino un placer intuitivo y personalizado.

 


 

Amar: Conexiones humanas y sintéticas

El amor en 2045 estará marcado por la diversidad de formas. Las parejas seguirán existiendo, pero también surgirán vínculos afectivos entre humanos y entidades sintéticas. Los asistentes emocionales basados en IA ofrecerán soporte psicológico, romántico y social. No serán reemplazos del amor humano, sino alternativas para quienes busquen conexiones diferentes.

La tecnología permitirá que las parejas separadas por la distancia se sientan cerca mediante dispositivos hápticos avanzados que simulan el tacto. Mientras tanto, el concepto de amor también se expandirá para abarcar relaciones poliamorosas, colectivas y hasta interplanetarias, gracias a la colonización espacial.

 


 

Envejecer: Redefinir la edad

Envejecer será opcional. Los avances en biotecnología permitirán que las personas reprogramen su envejecimiento celular. Muchos optarán por mantener cuerpos jóvenes mientras sus mentes maduran. Sin embargo, no todos elegirán esta ruta; algunos verán el envejecimiento como una forma de conexión con la naturaleza.

La longevidad extrema se normalizará. Será común vivir más de 150 años con una calidad de vida envidiable. La muerte, en sí misma, se verá de forma diferente: más un evento elegido que una inevitabilidad. Aquellos que deseen «trascender» podrán hacerlo a través de la digitalización de sus conciencias, creando una nueva forma de inmortalidad.

 


 

Comer: Sostenibilidad y placer

La comida en 2045 será un acto de creatividad y sostenibilidad. La carne cultivada en laboratorios será indistinguible de la natural, eliminando la necesidad de criar y sacrificar animales. Las impresoras 3D alimenticias permitirán que los hogares creen platos gourmet al instante, ajustados a los gustos y necesidades nutricionales de cada individuo.

La agricultura vertical y los cultivos genéticamente optimizados resolverán problemas de seguridad alimentaria. Al mismo tiempo, las culturas gastronómicas seguirán floreciendo, con chefs que fusionarán técnicas ancestrales con tecnología avanzada para crear experiencias multisensoriales únicas.

 


 

Morir: Una elección consciente

La muerte será un acto consciente en 2045. Aquellos que decidan partir podrán planificar ceremonias digitales en las que sus conciencias, previamente almacenadas, interactúen con sus seres queridos una última vez.

Los «jardines de memoria» virtuales serán espacios donde las personas puedan visitar y conversar con simulaciones basadas en datos recopilados a lo largo de la vida de un ser querido. Sin embargo, esta elección tecnológica coexistirá con formas más tradicionales de despedirse, respetando la diversidad de creencias y culturas.

 


 

Viajar: Más allá de la Tierra

Viajar en 2045 será tanto físico como virtual. En la Tierra, los vehículos autónomos eléctricos dominarán las carreteras, mientras que los aviones hipersónicos harán posible cruzar el planeta en menos de una hora. Sin embargo, la verdadera revolución será la colonización espacial.

Los viajes interplanetarios serán comunes, con bases humanas permanentes en Marte, la Luna y quizás más allá. Empresas privadas ofrecerán experiencias de turismo espacial que incluyan estadías en hoteles orbitales y caminatas espaciales. Mientras tanto, la realidad virtual ofrecerá una alternativa económica para quienes deseen explorar mundos ficticios o recreaciones detalladas de destinos reales.

 


 

Crecer: La evolución constante

El crecimiento personal será una prioridad en 2045. Las tecnologías de mejora cognitiva permitirán a las personas aprender nuevos idiomas, habilidades o disciplinas en cuestión de horas. Las terapias genéticas y neurotecnológicas potenciarán la resiliencia emocional, mientras que las comunidades se centrarán en el desarrollo colectivo.

La noción de «crecimiento» ya no será lineal. En lugar de avanzar en una sola dirección, las personas explorarán múltiples trayectorias vitales, reinventándose una y otra vez a lo largo de sus vidas prolongadas.

 


 

Trabajar: El fin del empleo como lo conocemos

La automatización total habrá transformado el trabajo. Las tareas repetitivas y peligrosas serán realizadas por robots, mientras que los humanos se centrarán en la creatividad, la innovación y el propósito. El ingreso básico universal garantizará que nadie viva en la pobreza, permitiendo que las personas persigan sus pasiones sin preocuparse por la supervivencia.

La inteligencia artificial será una aliada en lugar de una competidora. Los humanos y las máquinas trabajarán juntos en sinergia, resolviendo problemas globales como el cambio climático, la energía limpia y la exploración del universo.

 


 

Disfrutar: Un nuevo hedonismo

El disfrute en 2045 será una experiencia multisensorial. La realidad virtual y aumentada ofrecerán formas de entretenimiento completamente inmersivas. Los deportes tradicionales coexistirán con competiciones de habilidades mentales o desafíos en mundos virtuales.

Las experiencias serán más importantes que los objetos materiales. Viajar, crear arte, interactuar con comunidades diversas y explorar la propia mente serán formas populares de disfrutar la vida. La salud mental será una prioridad, con tecnologías que monitoricen y mejoren continuamente el bienestar emocional.

 


El equilibrio entre lo humano y lo artificial

El gran desafío de 2045 será mantener un equilibrio entre lo humano y lo artificial. Aunque la tecnología habrá transformado todos los aspectos de la vida, las conexiones humanas seguirán siendo el núcleo de la existencia.

Este año representará el punto culminante de una revolución cultural, tecnológica y emocional. No será perfecto, pero estará lleno de posibilidades para quienes estén dispuestos a abrazar el cambio y redescubrir qué significa ser humano en un mundo tan avanzado como complejo.